El 13 de abril de 2018, a través de Babel Media Art, la pregunta "¿Es espacio es suyo o mío?" Se transmitió en bucle sobre la fachada LED de la Torre Colpatria, un icono en el paisaje bogotano, antes el más alto edificio y la sede del Banco Colpatria. Aunque el contenido fue aprobado por la comisión y se acordó que durara todo el fin de semana, en plena inauguración la fachada luminosa se puso blanca y después de una hora se apagó. El Edificio Colpatria se apagó antes de la hora habitual, rompiendo el acuerdo que habíamos hecho y la pregunta había quedado en el aire. Como miembro de Babel Media Art, siendo artista y gestora al mismo tiempo y teniendo pactado otros futuros acuerdos con artistas que necesitábamos transmitir, no podía quejarme públicamente de esta censura, pues quería cumplir los acuerdos que estaban bajo mi responsabilidad. Sorprendida y reprimida, no entendía por qué se había vetado la emisión. Tristemente no tuve tiempo para hacer una documentación adecuada, pero sí lo tuve para preparar una reunión con uno de los jefes del edificio. Fue entonces cuando entendí la compleja red de personas, comunidades e instituciones relacionadas con el contenido que se emite desde esa visible fachada. Desde el Banco Colpatria y Nova Sotia hasta la comunidad católica, los vecinos y el Distrito, por nombrar algunos. Comprender estas complejidades no me hizo aceptar la censura, pero al menos obtuve una respuesta a mi pregunta: el espacio es de ellos.

¿Hasta dónde lleva la propiedad y la potestad sobre un espacio privado que tiene visibilidad pública?

La emisión consiste en la exposición en loop de la pregunta ''¿Este espacio es suyo o es mío?' que se desplaza sobre la torre.

¿Este espacio es suyo o mío? es una pregunta directa entre dos partes en relación a la propiedad del espacio donde se está emitiendo el mensaje, que es este caso es la Torre Colpatria, una plataforma privada que tiene visibilidad pública. De esta manera, la estrategia es personalizar una relación de poder abstracta y ambigua entre emisor y receptor, llamando a una observación activa y a una toma de partido en la definición de espacio en la ciudad.

En primera instancia, la pregunta, directa y coloquial, va dirigida al habitante y/o transeúnte de la ciudad. De esta manera, la intervención es un gesto investigativo y provocador para entablar posibles diálogos con cualquier espectador o grupo de espectadores que se sientan identificados con el ‘suyo’ de la pregunta. Luego, el sujeto identificado posiblemente querrá saber a qué persona o institución corresponde el 'mío' que genera la pregunta. En un principio, podrá interpretar que el ‘mío’ viene de la Torre misma, como si ésta se estuviera expresando. Quizás reflexione sobre la construcción de jerarquías en relación a quiénes o qué podrían estar detrás de la expresión de la Torre. En un segundo momento, si el espectador se detiene y lee el mensaje más de una vez, podrá darse cuenta que también existe la posibilidad de identificarse como interlocutor de la pregunta, interrogando a la torre, a la ciudad o a otrxs terceros…En un potencial tercer momento, el espectador, querrá emanciparse de la imposición que suponen las únicas dos respuestas de esta pregunta binaria y mutuamente excluyente, y posiblemente buscará inventarse algo nuevo...

….más allá del proceso especulativo sobre quién puede hacer la pregunta o cuál es la respuesta, la intervención busca fijarse en la pluralidad y diversidad de interpretaciones y relaciones que existen entre sujeto, espacio, institución, estado y sistema.

Organizado por Babel Media Art.
​ Agradecimiento a Juan Pablo García Sossa por su ayuda en el desarrollo del proyecto.